Trasplante de la microbiota fecal funcionaría como terapia contra la intoxicación por alcohol
El trasplante de microbiota fecal podría ser una buena terapia frente a la intoxicación aguda por consumo de alcohol.
El trasplante de microbiota fecal o por sus siglas (TMF) es un procedimiento médico que es utilizado para reemplazar algunas bacterias "malas" en el colon por otras bacterias "buenas". Usualmente, es un tratamiento que se utiliza en casos en donde se deben restaurar estas bacterias buenas que han sido eliminadas por el uso de antibióticos y así restaurar este balance; sin embargo, parece que puede tener otros usos en las personas intoxicadas por alcohol.
El TMF involucra recolectar las heces de un donante sano y usualmente las personas deciden escoger a un miembro de la familia o un amigo cercano. El donante debe no haber usado antibióticos en los últimos 2 a 3 días y se comprueba a través de exámenes de sangre y de las heces para detectar infecciones, asegura el portal médico 'Medlineplus'.
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Pues ahora un estudio, publicado en la revista Frontiers in Nutrition, muestra que este tipo de trasplantes que mejoran la integridad de la barrera intestinal, pueden ayudar a reducir el daño al hígado y la acumulación de lípidos que provoca el abuso de bebidas alcohólicas.
En el procedimiento se toman las heces del donante, se mezclan con agua salina y se filtran. Luego, se transfiere esta mezcla a su tracto digestivo mediante un tubo que pasa a través de un colonoscopio. Las bacterias buenas también pueden introducirse al organismo con una sonda que va hasta el estómago a través de la boca. Otro método es tragar cápsulas que contenga heces secas y congeladas de un donante.
“Estos resultados pueden ser útiles para desarrollar estrategias terapéuticas basadas en la modulación de la microbiota intestinal, prevenir o mitigar los efectos perjudiciales del alcohol en el hígado”, explica uno de los autores, Javier Cubero, catedrático del Departamento de Inmunología, Oftalmología y Otorrinolaringología de la UCM.
Hasta ahora, para llevar a cabo el estudio, se utilizaron ratones de un año de edad sin modificar genéticamente. Primero, se les administró un cóctel de antibióticos para revertir la microbiota del receptor y favorecer la colonización de las bacterias donantes, pero con el estudio aprobado:
“Con esto, se podrían realizar estudios clínicos en humanos para evaluar la eficacia del TMF como terapia en pacientes con enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol, considerando las diferencias de género en la respuesta al tratamiento”, subraya Cubero.