¡Ojo! Problemas en el crecimiento pueden ser provocados por falta de nutrición en los niños

El aumento en la talla y el peso de los niños, es uno de los factores más importantes y a los que mayor atención se le debe prestar en las primeras etapas de vida, no solo porque de esto depende su desarrollo normal, sino porque el descubrir problemas en el crecimiento podría indicar una mala nutrición u otros problemas de salud en el infante.

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria, SEPEAP, indica que, “el crecimiento es el proceso fisiológico más característico de la edad pediátrica. Aunque la talla adulta y la edad a la que esta se alcanza están, en cada sujeto, determinadas genéticamente, el resultado final puede variar dependiendo de la compleja interacción a lo largo de todo el período de crecimiento de factores genéticos y ambientales”.

Pese a que la talla y el peso pueden variar dependiendo de diferentes factores genéticos, existen algunas medidas estándar que indican un adecuado desarrollo físico, por lo que asistir a los controles pediátricos ayudará a verificar que todo vaya bien con el bebé.

De acuerdo con la Organización Mundial de Salud, “el retraso del crecimiento en la niñez es uno de los obstáculos más significativos para el desarrollo humano, y afecta a unos 162 millones de niños menores de 5 años. El retraso del crecimiento, o talla baja, TB, para la edad, se define como una estatura inferior en más de dos desviaciones típicas a la mediana de los patrones de crecimiento infantil”

Para detectar si un niño está teniendo problemas de crecimiento o si no tiene el peso adecuado para su edad existen algunas tablas diseñadas por expertos que miden el ritmo de crecimiento. Sin embargo, no debe haber una obsesión con estos números, ya que podrían variar por muchos factores. 

Según el portal de salud pediátrica guíainfantil.com, a nivel general, se puede establecer que:

• Durante los primeros tres meses, el aumento de peso oscila entre 750 - 900 gramos mensuales.
• Entre el tercero y sexto mes, decrece y el aumento gira en torno a 500 - 600 gramos mensuales.
• Entre el sexto y noveno mes, el aumento de peso es menor, entre 350 - 400 gramos mensuales.
• Y, finalmente, entre el noveno mes y el año de edad, el promedio mensual se sitúa entre 250 - 300 gramos.

De acuerdo con la OMS, en la mayoría de los casos, un bebé con talla más baja del promedio es el resultado, en gran medida irreversible, de una nutrición inadecuada que podría conllevar a una serie de efectos a largo plazo como la disminución del desarrollo cognitivo y físico, reducción de la capacidad productiva, mala salud y aumento del riesgo de enfermedades degenerativas como la diabetes.

La doctora Ana María Velásquez médica pediatra de la Universidad Javeriano con Master en endocrinología pediátrica de la Universidad de Barcelona establece que para evitar estos problemas subyacentes es de vital importancia tener un control anual en los primeros años de vida y en la pubertad.

“La evaluación de crecimiento es uno de los mejores indicadores de salud infantil. El control anual con el pediatra, e idealmente cada seis meses en la época de pubertad, es muy importante para hacer una detección precoz. Debemos entender el crecimiento como el reflejo del bienestar del cuerpo, en donde es fundamental, la equilibrada interacción entre los órganos vitales, la genética, y el ambiente”.

Por otra parte, la Academia Americana de Pediatría destaca que existen algunos factores y afecciones médicas que influyen mayormente en el crecimiento, entre estas están las enfermedades crónicas como las cardíacas, asma, celiaquía inflamatoria, enfermedad renal, anemia y transtornos óseos.

La doctora Velásquez hace un llamado a los padres de familia a estar atentos al crecimiento de los niños para detectar alteraciones de forma temprana: “A los padres les encanta ver que sus hijos crecen mucho y son altos, pero desviaciones en este sentido también pueden representar un signo de alarma”.