Cáncer de piel: mujer fue al médico por un molesto lunar y recibió un diagnóstico aterrador
La mujer jamás se imaginó que el diagnóstico médico sería tan grave, pues su única molestia era un lunar que le crecía.
A los hospitales y servicios de urgencias alrededor del mundo llegan todos los días pacientes manifestando todo tipo de síntomas. Si bien, muchos logran recibir un diagnóstico acertado en poco tiempo, otros tienen que atravesar un largo proceso para saber la causa de sus dolencias.
Este último fue el caso de una mujer que acudió por más de diez años a diversos médicos para saber el motivo por el cual el lunar que tenía en la pierna le crecía y le picaba tanto; sin embargo, la única explicación que le dieron fue que dicha molestia era producto de la resequedad.
Así transcurrió un largo tiempo; sin embargo, la mujer llamada Megan Grieves no se quedó con dicho diagnóstico y continuó yendo a diversos especialistas. Su inquietud cesó cuando un profesional de la salud le dijo la verdadera causa del crecimiento de dicha peca: tenía cáncer de piel.
Según lo relatado por la víctima al diario ‘The Sun’, el lunar había estado presente desde siempre; sin embargo, una familiar le recomendó hacérselo revisar por un especialista, pues su apariencia no era normal. "Cuando cumplí los 15 años, mi abuela dijo que no le gustaba cómo se veía y me dijo que fuera al médico", contó.
Por muchos años Grieves trató su lunar con múltiples cremas y ungüentos; sin embargo, ninguno resultó efectivo para disminuir el tamaño de la peca que, por el contrario, crecía cada vez más.
?"A medida que pasó el tiempo, mi lunar se volvió más costroso y escamoso. Comenzó del tamaño de una peca grande y llegó al tamaño de 10 monedas juntas", comentó Megan al medio internacional.
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La mujer que ahora tiene 36 años fue diagnosticada en 2016 con melanoma, un tipo de cáncer de piel que según expertos de la biblioteca de medicina de Estados Unidos Medline Plus “se origina cuando las células del cuerpo llamadas melanocitos comienzan a crecer sin control”.
Megan tuvo que someterse a una cirugía para extraer el lunar, pero quedó con secuelas que le impiden realizar algunas actividades cotidianas. “Ni siquiera puedo ir a un parque temático con mis hijos porque hacer cola durante mucho tiempo hace que se me hinche la pierna. El linfedema me acompañará por el resto de mi vida".