Dermatitis atópica: una enfermedad inflamatoria que afecta a la cuarta parte de la población mundial

La dermatitis atópica, también conocida como eccema, es definida por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos, como una enfermedad crónica que hace que la piel se inflame e irrite, lo que causa mucha picazón. 

De acuerdo con la entidad, pese a que cualquier persona puede desarrollarla, esta afección se presenta con mayor frecuencia en la infancia, no obstante, muchos de los casos desaparecen antes de la adolescencia.

Respecto a esta enfermedad, la doctora Ángela Londoño, médica dermatóloga y epidemióloga con máster en autoinmunidad señala que sus causas pueden variar debido a factores como la carga genética y las alteraciones del microbioma cutáneo. “A esto se suma, el calor y el sudor, que no son causa de aparición de la afección, pero, pueden generar irritación en la piel que tiene la barrera cutánea alterada, y exacerba la enfermedad”, expone.

Según un artículo publicado en el portal Uhsalud, las enfermedades dermatológicas son uno de los principales motivos de consulta en los hospitales, ya que no solo pueden tener afectaciones físicas, sino también psicológicas y mentales, como lo indica el estudio ´Dermatología Médica Aumento del conocimiento y acceso a la atención en América Latina: Casos de estudio en dermatitis atópica y alopecia areata´, desarrollado por el Institute for Human Data Science (IQVIA) y Pfizer.

Cifras oficiales indican que la prevalencia de la dermatitis atópica se sitúa entre el 4 y el 20% de la población, siendo las pieles pigmentadas las más propensas a desarrollar folículos de eccema atópico. 

Aunque en la actualidad, en Colombia no hay cifras exactas de la incidencia actual de la enfermedad, se estima que, alrededor del 20% o 30% de los niños pueden sufrir de eccema, y en los adultos el porcentaje está entre el 3% y 5%, sin dejar de lado el subregistro que existe, señala la doctora María Fernanda Ordoñez, médica especialista en Dermatología, miembro de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica, AsoColDerma, y del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología, CILAD.

Señales de alerta

• Manchas secas en la piel con color entre rojo y café oscuro
• Sarpullido que puede sangrar, o que puede supurar o secretar un líquido transparente al rascarse.
• Engrosamiento y endurecimiento de la piel

Los expertos añaden que es importante reconocer que la dermatitis atópica no se puede contagiar de una persona a otra, y el sarpullido puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.

Medidas para evitar factores desencadenantes 

• No lavar las manos en exceso, ni utilizar detergentes
• Evitar el contacto con aeroalérgenos 
• Evitar el uso de ropa ajustada, o fibras sintéticas
• Evitar los trabajos que involucren carpintería, minería, mecánica, peluquería
• Limitar la exposición a climas con temperaturas extremas
• Controlar el estrés 

“Dentro de los consejos más importante es que asistan al médico, eso sería lo primero, seguido de la adherencia a todas las recomendaciones, donde el principal pilar es la humectación de la piel, ya que, esto mejora la barrera cutánea. Así mismo, es importante recordar que estos pacientes deben usar ropa cómoda, fresca, que no sea lana, y tener presente que pueden continuar una vida normal, con ayuda del especialista, esto se puede lograr” concluye la doctora Londoño.

Vivir con dermatitis atópica puede ser difícil, pero, el adecuado acompañamiento médico, y las terapias indicadas que ayuden a controlar los síntomas, son fundamentales para lograr mejorar la calidad de vida en el paciente. Por esta razón, es importante tener en cuenta que, dormir bien significa considerar la salud en general; mejorar la higiene del sueño incluye:

• Seguir el mismo horario de sueño todos los días, incluso los fines de semana
• Practicar una rutina relajante a la hora de acostarse para que sea más fácil conciliar el sueño rápidamente
• Elegir el mejor colchón que sea de apoyo y cómodo, y equiparlo con las mejores almohadas y ropa de cama
• Minimizar las posibles interrupciones de la luz y el sonido mientras optimiza la temperatura de tu dormitorio
• Desconectarse de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles y computadoras portátiles durante media hora o más antes de acostarse
• Vigilar cuidadosamente la ingesta de cafeína y alcohol y evitar el consumo en las horas previas a acostarse