“Terminó mal”: joven asegura que fue víctima de la ‘maldición de Monserrate’

Bogotá aguarda muchos mitos y leyendas, una de las más populares es que si subes al cerro de Monserrate con tu pareja o quedante nunca te casarás, e incluso, la relación se terminará poco tiempo después. 

Según Leidy Díaz, guía del Instituto Distrital de Turismo (IDT), las versiones en torno a por qué sucede esto son muy variadas. La más conocida es que el cerro tiene el poder de revelar a las parejas si verdaderamente están destinadas a estar juntas. 

“Se cree que las personas que están comprometidas con su pareja o quizá se quieran casar, suben a Monserrate y si esta persona no les conviene o no es la indicada, definitivamente se separan. Por otro lado, hay quienes dicen que si la persona es la correcta en la vida de alguien y suben a Monserrate, van a permanecer toda la vida", señala la experta.

En fechas recientes, un joven llamado Felipe compartió a través de redes sociales la historia de cómo subió el cerro con la mujer con la que estaba saliendo y, aunque todo parecía ir bien, poco tiempo después la relación terminó de forma inesperada, afirmando que fue víctima de la ‘maldición de Monserrate’.

“Yo sí había escuchado que si uno iba a Monserrate con alguien que a uno le importaba, esa relación se iba a romper o iba a pasar algo malo, pero nunca le había puesto atención a eso hasta que me pasó”, dijo. 

El joven había conocido a una muchacha de forma remota por su trabajo, a quien llamó “M”; sin embargo, la mujer vivía en otro país, por lo que no había podido verla en persona; no obstante, todo se dio para que ella pudiera venirse a vivir a Colombia y llegó a la ciudad de Medellín.

“Éramos muy unidos y, a finales del 2023, M me dijo que se quería venir a vivir a Medellín y ahí nos acercamos mucho, porque no conocía a nadie más en Colombia y yo, aun estando en Bogotá, era su único vínculo”.

Cuando la joven visitó finalmente Bogotá se encontró con Felipe y decidieron visitar varios sitios turísticos, incluido Monserrate. “Prácticamente, yo le mostré Bogotá y la última cosa que quería hacer antes de irse era ir al centro, pero, más que todo, a Monserrate”.

Los dos jóvenes subieron el cerro emocionados, pues era la primera vez para ambos, sin saber que todo cambiaría después de terminar el recorrido. “Les puedo decir que tan pronto como bajamos Monserrate las cosas cambiaron”.

La joven debía regresar a Medellin al día siguiente; sin embargo, entre conversaciones le propuso que vivieran juntos en Bogotá. A Felipe le encantó la idea y se emocionó mucho. Sin embargo, sus ilusiones se derrumbaron cuando se enteró por un amigo que “M” tenía pensado regresar a su país. 

“Desde que subió Monserrate su salud empeoró y no sabíamos si era una gripa o un tema de defensas bajas, pero se sentía tan mal que decidió comprar un tiquete para irse de nuevo a su país”, contó Felipe. 

Los dos jóvenes decidieron encontrarse en Medellín una última vez para despedirse, pero al llegar al lugar donde M lo había citado se percató de que no estarían solos. Al terminar el encuentro, cada quien tomó caminos separados, de hecho, ni siquiera pudieron despedirse. 

“Ya nos íbamos a ir, y como éramos tantas personas necesitábamos al menos dos carros para devolvernos a la ciudad (…) Fue la última vez que vi a M (…) Yo estaba tan herido que de pensar que al día siguiente M ya no estaría en la ciudad, adelanté el vuelo de regreso”, concluyó.