El perturbador ritual funerario de Indonesia y su 'selva de los muertos'

En Bali, Indonesia, hay una tradición que podría considerarse escalofriante, paranormal y hasta producto de una película de terror, sucede en uno de los sitios más singulares y fascinantes del planeta: Trunyan, una aldea situada en las laderas de un volcán en la región de Kintamani, en donde los difuntos descansan al aire libre, protegidos por la sombra de un árbol antiguo, sin que se perciba el menor rastro de descomposición.

Este sitio, apodado por algunos como la "selva de los difuntos", representa una tradición ancestral, asegura el medio Infobae, y es un lugar que ha resistido el paso de los siglos e incluso se ha transformado en un destino turístico para quienes aman lo paranormal.

Lo que hace que el lugar sea especial, pero además consigan mantener los cuerpos de cierta forma, es que los cadáveres no son incinerados ni enterrados, sino colocados en estructuras de bambú bajo el árbol Taru Menyan y se dice que el aroma de este árbol tiene la capacidad de neutralizar cualquier olor proveniente de la descomposición.

Según afirman los lugareños, este árbol emite una fragancia tan potente que se puede oler incluso desde Java. Esta es una tradición que igualmente tiene reglas, solo a los casados se les otorga el derecho a ser depositados bajo el Taru Menyan, mientras que los solteros son sepultados en un cementerio común. 

Solo los hombres pueden transportar los cuerpos al osario, un santuario adornado con cráneos y huesos, ubicado en medio de la selva y accesible solo tras un recorrido en barco por el lago Batur, esto porque se cree qué si una mujer entra en este lugar sagrado, la aldea podría enfrentarse a catastróficos terremotos y erupciones volcánicas. 

Aunque el cementerio de Trunyan pueda parecer macabro a primera vista, es en realidad un testimonio vivo de las creencias y costumbres de los antiguos habitantes de Bali y es un lugar con creencias poderosas que cada vez son más conocidas.