Realizan experimento social con mujer usando burka en las calles de Medellín

Tras la toma del poder de los talibanes en Afganistán, las mujeres han sido el foco principal a nivel mundial, pues se trata de una cultura en la cual se establecen numerosas prohibiciones dirigidas al público femenino, las cuales las demuestran como un género inferior y atentan contra los derechos humanos que hasta el día de hoy se han conseguido. El uso obligatorio de burka al estar en público sería una de ellas, con el objetivo de que cubran todas las partes de su cuerpo para que los hombres no puedan observarlas.

Con esta situación, una gran cantidad de afganos están siendo evacuados con ayuda de otros países, como Estados Unidos, y, de hecho, recientemente se conoció que a Colombia llegarán 4000 de ellos, aproximadamente; es por esta razón que un fotógrafo y una artista colombiana decidieron unirse para realizar un experimento social, con el fin de identificar si existiría un choque cultural.

Para ello, la artista Isabel Palacio aceptó la propuesta realizada por el fotógrafoDaniel Alvarado, y caminó por las calles de Medellín vistiendo una burka; de esta forma se podría conocer cuál sería la reacción de las personas al ver a una mujer con este tipo de atuendos que no son propios de la cultura colombiana.

Como era de esperarse, el impacto en la población fue muy grande y, tal como lo revela Alvarado en una publicación realizada en su cuenta oficial en Instagram, los transeúntes “tuvieron reacciones muy diversas, tales como fijar sobre ella miradas intrigantes, acusantes, sorpresivas y despectivas”, las cuales quedaron captadas en sus fotografías.

Pero eso no fue todo, pues las miradas no fueron lo único con lo que las personas demostraron su asombro o, incluso, disgusto, también se alcanzaron a escuchar algunos comentarios inofensivos como “ya llegaron los primeros refugiados”, “eso es una burka”; muchos de ellos despreciativos como “un talibán, hay que tener cuidado porque puede llevar explosivos”,  “dentro de poco las mujeres de Medellín se van a empezar a vestir así”; y algunos otros de burla como “tranquila mi amor, qué aquí no es necesario vestirse así, si quiere puede salir empelota”.

Con lo observado, el fotógrafo responsable del experimento concluye que “la introducción de una cultura diferente a la nuestra y tan extrema, genera diversas opiniones, desde las más respetuosas y compasivas hasta las más tergiversadas y estigmatizadas”, y espera que esta idea pueda ser replicada en otros lugares del país, como Bogotá.

Fueron muchos los comentarios en redes sociales por parte de los usuarios, sobre la labor realizada por estas dos personas; la gran mayoría resalta que se trata de un buen ejercicio para concientizar a la población colombiana y hacer un llamado a la reflexión sobre la xenofobia y la importancia del respeto hacia otras culturas, sin importar si son muy diferentes a la nuestra.