VIDA Y ESTILO
Por: Viviana Yepes • Colombia.com

Oración para que todo salga bien en el trabajo

Siempre es bueno acudir a Dios. Foto: Pixabay

Si comienzas una etapa nueva en el ámbito laboral y tienes miedo de lo que pueda pasar te dejamos una oración muy poderosa. 

Amado Dios, vengo hoy ante ti para pedirte ayuda con esta oración. Antes que nada Dios, te quiero pedir perdón por mis desobediencias, porque así como Adán te desobedeció comiendo la fruta prohibida y la tierra fue maldita por su culpa, también yo he fallado. 

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Perdóname y no permitas que yo me someta a penosos trabajos todos los días de mi vida. 

Señor Dios, te clamo por que solo tú escuchas con misericordia a mis ruegos; fíjate en la miseria, el trabajo y la opresión que imponen los que oprimen al trabajador, y líbrame!. 

Dios, te necesito conmigo porque solo tú haces justicia para el trabajador. En cambio, allá afuera la gente es injusta y aun capaz de despedir al empleado con las manos vacías. 

Con esta plegaria, te pido que me des sabiduría para que yo no caiga en maldición y otros roben el fruto de mi trabajo. 

Señor, guárdame de tener jefes que tratan a los empleados con crueldad y oprimen con trabajos forzados, haciendo proyectos que solo les benefician a ellos y a nadie más. 

Oh Dios, no permitas que yo viva una vida amargada por causa del trabajo esclavizante y abusivo que me quieran imponer. 

Aunque yo tuviera el mejor trabajo del mundo, en esta oración del trabajo me comprometo Señor a obedecer tus mandamientos y dar reposo a mi cuerpo una vez por semana, y así poder honrarte Dios mío. 

Señor dame pericia y habilidad en mi trabajo, así como le diste a tus siervos Bezalel y a Aholiab, que hicieron trabajos magníficos para ti. 

Oro para que llegue el día en que pueda reunir a mi familia y regocijarnos por los logros de mi trabajo, porque tú Señor Dios nos habrás bendecido. 

Señor, sé que si tu bendices mi trabajo, no hay nada ni nadie que evitará que yo progrese; por eso te aseguro que ayudaré a los más necesitados para que puedan comer; no seré mezquino sino generoso con mis bendiciones; si mi hermano en la fe me pide prestado, no le cobraré intereses; y ni aunque fuese por error o descuido, si una parte del fruto de mi trabajo quedara en manos de alguien más necesitado que yo, no le reclamaré que lo devuelva. 

Dios mío, deseo con todo el corazón que tú me bendigas, porque en tu bendición hay auténtica prosperidad para mi trabajo, mi familia, mis posesiones y mi futuro. 

Abre los cielos, tu generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo tu lluvia de bendición. Luego, yo prestaré a muchos y ya no tomaré prestado de nadie. 

Ahora te alabo Señor porque al ser obediente recibiré tu bendición en mis ahorros, en todo el trabajo de mis manos y en la tierra que tú me das para vivir. En el nombre de Jesús, Amén.

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