No se deje engañar: lo que debe revisar antes de comprar un celular
Hacer una inspección física y comprobar la procedencia del dispositivo puede ahorrarle dolores de cabeza y su dinero.
Comprar celulares de segunda mano se ha vuelto una práctica común, principalmente debido al constante avance tecnológico y el elevado costo de los dispositivos nuevos. Sin embargo, adquirir un teléfono usado conlleva ciertos riesgos, como la posibilidad de que el dispositivo haya sido robado. Por esta razón, es fundamental tomar precauciones para confirmar la legitimidad del celular antes de realizar la compra.
Uno de los primeros pasos que se recomienda es verificar el IMEI (Identificador Internacional de Equipo Móvil). Este número, que consta de 15 dígitos, es único para cada teléfono y permite comprobar si el dispositivo ha sido reportado como robado.
En Colombia, los compradores pueden verificar la legitimidad del IMEI a través del sitio web oficialwww.imeicolombia.com.co, donde se puede consultar la Base de Datos Negativa para conocer si el celular está bloqueado en las redes del país. Otra alternativa es contactar al proveedor de servicios móviles para obtener la misma información.
Existen varias maneras de obtener el número IMEI de un teléfono. La forma más sencilla es marcando el código *#06# en el teclado de llamadas, lo que mostrará el IMEI en la pantalla. También se puede encontrar en la sección de ajustes del teléfono, tanto en dispositivos iPhone como Android, o impreso en la caja original o en la bandeja de la tarjeta SIM. En caso de robo, es esencial haber guardado previamente el IMEI en un lugar seguro, como en un correo o una libreta, para poder reportarlo posteriormente.
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Adicionalmente, al comprar un celular usado, es recomendable solicitar la factura original de compra y otros documentos que verifiquen la legalidad del dispositivo. La factura debe incluir detalles como el número de serie y el IMEI. La falta de estos documentos o la resistencia del vendedor para proporcionarlos puede ser una señal de alerta sobre la legitimidad del dispositivo.
La inspección física del teléfono también es clave. Se deben revisar posibles daños, marcas de manipulación o irregularidades visibles. Realizar pruebas de funcionamiento, como verificar la conectividad a redes, probar la cámara y realizar llamadas, es igualmente fundamental para asegurarse de que el dispositivo esté en buen estado. Cualquier problema significativo podría indicar que el teléfono no es una buena compra.