Casos paranormales: La historia del fantasma de Battersea, el espectro que llegó al Parlamento Británico
La casa número 63 de Wycliffe Road, en Battersea, fue el escenario de uno de los casos más enigmáticos de fantasmas en el Reino Unido.
Todo ocurrió en 1.956, la amenaza paranormal llegó a la vida de Kitty Hitchings y toda su familia, un supuesto fantasma se adueñó de su casa y su existencia. El caso fue tan polémico que llegó a discutirse en el Parlamento Británico.
Según las referencias bibliográficas, la casa número 63 de Wycliffe, en Battersea, fue el escenario del evento paranormal más enigmático que vivió el Reino Unido en los años 50.
La familia Hitchings vivía en esa casa y vivió atemorizada por unos 12 años, todo gracias a un evento paranormal. El papá era Wallly Hitchings, tenía 40 años y Kitty, era un poco mayor, ambos tenían una hija llamada Shirley, de 15 años.
El primer indicio de la actividad paranormal fue detectado por ella, y era una llave que apareció sobre su almohada, era algo bastante extraño, una llave antigua y adornada.
Poco después, empezaron a escuchar estruendos dentros de la pared y los pisos, el ruido era tan fuerte que todos pensaron que era Wally que estaba rompiendo tablas en medio de la noche.
A la noche siguiente volvió a suceder lo mismo, pero pronto comenzó a volverse algo cotidiano, se escuchaban a plena luz del día, pero los sonidos comenzaron a evolucionar a rasguños y alaridos.
La familia no dormía, mantenía aterrorizada con todo lo que ocurría en esa casa. "Ollas y sartenes que estaban en la estufa salían 'volando' y se venían contra ti, a lastimarte, o contra las paredes", decía Shelly, la adolescente hija de la familia.
Un investigador paranormal llamado Chitbbett asistió a Shirley, finalmente el ente que los perturbaba se llamaba Donald y había dejado de existir en 1.720. Extrañamente se había "quedado penando en esa casa".
Lo más irrisorio del caso, es que "Donald" comenzó a escribir notas en las paredes, sobre todo dirigidas a Chitbbett, quien no podía ir siempre, pero le dejaba respuestas a sus notas.
"Donald" dejó de materializarse cuando los Hitchings dejaron la casa en 1.964, aunque aseguran que los siguió a su nuevo hogar, porque de forma esporádica, lo sentían en su nuevo hogar.