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Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

Historia de Hachiko: el perro más fiel del mundo que cumpliría 100 años

Hachiko: el perro más fiel del mundo que cumpliría 100 años. Foto: Shutterstock

El canino Hachiko obtuvo reconocimiento mundial al demostrar profunda lealtad y fidelidad hacia su dueño tras su muerte.

Los perros han sido reconocidos durante décadas como los mejores amigos del hombre, esto por la gran lealtad y fidelidad que han demostrado frente a sus amos. Sin embargo, hay un canino en específico que se robó el corazón de muchas personas a nivel mundial con su historia, al esperar durante 10 años a su dueño fallecido.

Se trata de Hachiko, un perro de raza Akita, quien se convirtió en el protagonista de una conmovedora película titulada Siempre a tu lado, Hachiko. Aunque el canino murió en el siglo XX, aún hoy en día es recordado por este enternecedor acto de amor puro e incondicional. 

Esta historia de amor sin precedentes se remonta al año 1924, cuando Hachiko fue encontrado en una granja de la ciudad de Odate y adoptado por un profesor japonés llamado Hidesaburo Ueno, con quien estableció una conexión inigualable, al punto que desde ese momento hasta el día de su muerte lo esperó todos los días en la estación del tren para custodiarlo a casa cuando regresara del trabajo. 

Por desgracia, uno de esos días, el profesor sufrió una terrible hemorragia cerebral mientras dictaba una clase en la Universidad de Tokio, misma que le provocó la muerte el 21 de mayo de 1925. 

Luego de esto, de acuerdo con Mayumi Itoh, una académica que publicó una biografía sobre el animal titulada: Hachi: The Truth of The Life and Legend of the Most Famous Dog “mientras la gente asistía al velatorio, Hachiko olió a su dueño desde la casa y entró en la sala de estar. Se arrastró debajo del ataúd y se negó a moverse". 

Tras el funeral, Hachiko continuó asistiendo todos los días a la estación del tren esperando el regreso de su amo, a quien desafortunadamente nunca volvería a ver. Su presencia en el lugar despertó la curiosidad de los transeúntes quienes lo cuidaron y alimentaron durante 10 años.

Finalmente, el 8 de marzo de 1935, el canino fue encontrado muerto frente a la estación de Shibuya, Japón, lugar en donde en conmemoración a su lealtad le hicieron una estatua. Las causas del fallecimiento fueron un cáncer terminal y una fibrosis en el corazón. 

Luego del deceso, su cuerpo fue disecado y guardado en el museo de ciencias naturales del distrito de Ueno, donde actualmente permanece. En 1947 le hicieron otra estatua junto a su dueño, la cual refleja su fidelidad.

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