Conoce a la güiña, un extraño gato en peligro de extinción

Para los amantes de los felinos, hoy traemos una especie algo peculiar de la que no se sabía mucho hasta hace poco tiempo; se trata de la güiña, una especie de gato montés pequeño que habita en América Latina, más específicamente en los bosques de Chile y el oeste de Argentina.

Este asombroso animal se caracteriza por tener un pequeño tamaño, incluso podría llegar a ser la mitad del tamaño de un gato doméstico; además, tiene unos ojos grandes y redondos, unas orejas similares a las de un hurón y una cola ancha.

Sin embargo, su tierno aspecto no ha sido suficiente para luchar contra la maldad que hay en el mundo, pues es una de las especies que actualmente se encuentra en peligro de extinción, debido a los ataques de otros animales mucho más grandes, y la caza ilegal que es llevada a cabo como actividad recreativa por algunas personas.

La güiña suele comer otro tipo de animales pequeños que pueda agarrar, como los insectos, las ranas y los roedores; además, suelen matar aves cada que tienen la oportunidad, teniendo en cuenta que son unos grandes escaladores, por lo que no es algo que se les dificulte.

Sin embargo, esto no es todo sobre este misterioso felino, lo más curioso es que emite un sonido similar al de los pájaros, el cual fue captado por el fotógrafo Joel Sartore en un proyecto de catalogación fotográfica de especies que lleva a cabo con National Geographic.

Dicho proyecto se conoce como Photo Ark, y su objetivo es documentar a las especies que residen en los zoológicos y santuarios de vida silvestre en el mundo, con el fin de concientizar a las personas, a través de la educación, sobre la importancia de la preservación de las especies.

De hecho, realizó toda una sesión con una güiña en cautiverio en la reserva de vida silvestre Fauna Andina en Chile, y fue allí donde consiguió la primera grabación conocida del sonido de este gato, con la que ha logrado darlo a conocer al mundo.

Según observaciones de Fernando Vidal Múgica, fundador de Fauna Andina, para National Geographic, estos “bajos ruidos reiterativos son probablemente expresiones de placer o de emoción".