Conoce cuál es el esquema completo de vacunación para los gatos

Las vacunas son fundamentales para prevenir enfermedades infecciosas que pueden ser graves e incluso mortales. Entre estas enfermedades, algunas como la panleucopenia, la leucemia felina o la rabia, no solo afectan la salud del gato, sino que también pueden poner en riesgo a otros animales y, en ciertos casos, a los humanos. Además, vacunar a tu gato no solo protege a tu mascota, sino que también contribuye a la creación de una comunidad más sana, evitando la propagación de enfermedades contagiosas.

Enfermedades que pueden prevenirse con la vacunación

Las vacunas ayudan a proteger contra diversas enfermedades comunes entre los gatos. Algunas de las más importantes son:

    1.    Panleucopenia felina: Conocida como “distemper felino”, es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede ser mortal, especialmente en gatos jóvenes. Sus síntomas incluyen vómitos, diarrea severa y deshidratación.
    2.    Rinotraqueitis felina: Causada por un virus que afecta las vías respiratorias superiores, provoca estornudos, fiebre y secreción nasal.
    3.    Calicivirus felino: Este virus también afecta las vías respiratorias, pero además puede provocar úlceras en la boca, lo que dificulta la alimentación del gato.
    4.    Leucemia felina (FeLV): Este virus, que se transmite principalmente por contacto directo con otros gatos infectados, debilita el sistema inmunológico y puede causar anemia, infecciones recurrentes e incluso cáncer.
    5.    Rabia: Esta enfermedad viral mortal no solo afecta a los gatos, sino que también es una amenaza para los humanos, ya que puede transmitirse a través de la saliva de animales infectados.

¿Cuál es el esquema de vacunación ideal?

La vacunación debe comenzar cuando el gato es un cachorro y continuar a lo largo de toda su vida. Según los expertos, el esquema recomendado es el siguiente:
    • Primera vacuna: Entre las 6 y 8 semanas de vida.
    • Refuerzos: Cada 3 o 4 semanas hasta cumplir las 16 semanas de edad.
    • Vacunación anual: A partir del primer año, se recomienda una vacuna de refuerzo anual para garantizar la protección continua.