Tendencia de las tiendas experienciales de licores llega a Bogotá
El mundo ha girado a lo digital y la forma en que se disfruta de las bebidas también, lo que no quiere decir que la forma de compra haya migrado del todo.
No es casualidad que cada bebida tenga su propia forma de vivir en su lugar de origen: recorridos por los viñedos en la Toscana, una vendimia en Argentina, ‘Las Rutas del Tequila’ en México o una experiencia de cerveza al mejor estilo de Ámsterdam o de Berlín, hacen parte de las experiencias que los aficionados a estas bebidas buscan vivir.
En tiempos en los que la automatización de muchos oficios y hábitos parece inminente, la experiencia sigue primando a la hora de causar impacto en las personas. De hecho, se ha convertido en el complemento perfecto de las tiendas online.
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El más reciente informe dado a conocer por el Observatorio eCommerce (mayo de 2018) reveló que durante el último año se realizaron más de 87 millones de transacciones virtuales en Colombia, un incremento del 36% en comparación con 2016, y la cifra que va en alza.
El comercio electrónico va ganando adeptos y le facilita la vida a quienes necesitan hacer compras rápidas y prácticas. Pero estas mismas dinámicas del mercado han hecho que las tiendas físicas se reinventen para complementar así la oferta.
Por esto, cada vez más las empresas optan por ofrecer a sus clientes un servicio completo, con diferentes formatos que suplan sus necesidades y gustos.
Es así como nacieron las tiendas experienciales. Lugares pensados para aquellas personas que prefieren conocer de primera mano los productos antes de comprarlos, recibir una guía, tener una asesoría, poder probar de la mano de un experto.
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Eso precisamente es a lo que le apuesta DISLICORES, la tienda de vinos y licores más grande del país, que innova en Bogotá con este formato único en la industria. 500 metros cuadrados para encontrar más de 1.000 etiquetas de vinos, islas de experiencias a cargo de las casas de licores más prestigiosas e importantes del mundo e historias contadas a partir de las sensaciones.
“Nuestro plan de expansión es grande, queremos de aquí a 5 años, pasar de 17 a 50 tiendas, entre Megastores y Stores”, dijo Mateo Lourido, Director Corporativo Comercial de DISLICORES.
Con más de 60 años en el mercado, DISLICORES ha comprendido y aterrizado lo que realmente quiere la gente: experimentar.
“Hemos entendido que la gente se moviliza más hacia una Megatienda que a una pequeña porque quiere experimentar, porque sabe que va a encontrar un valor agregado”, asegura Lourido, quien resaltó “los colombianos somos curiosos en cuanto a los productos que consumimos, su elaboración, cuál es la mejor forma de tomarlos… en la Megastore, siempre habrá alguien que pueda acompañar y guiar a los asistentes”.
La nueva tienda cuenta con amplios espacios y modernas estanterías que albergan los mejores vinos y licores en un solo lugar, decorado e iluminado de tal manera que da una sensación cálida y confortable inspirado en Nueva York.
Además: El Chato, restaurante tradicional en Quinta Camacho.
Pero no sólo hay vinos, la oferta la completan licores tradicionales que van desde la cerveza, el aguardiente, hasta diferentes presentaciones de rones, tequilas, vodkas y por supuesto whisky, así como también bebidas como el té Xencha y el agua tónica MIL976.
En la Megastore de la 109, empresas como Diageo, Pernod Ricard y Bavaria, tendrán espacios privilegiados donde sorprenderán a los asistentes con experiencias únicas y la variedad de productos, cautivado a los compradores en una atmósfera que invita a llevar más allá los sentidos con la intensidad de sabores, sonidos y olores que incitan al disfrute de una buena copa. Sin duda, marcará un hito en las tiendas experienciales del país.
El Megastore en la Calle 109 #15-40 en Bogotá. 500 metros para disfrutar, conocer y aprender todo sobre las bebidas de lujo.