GASTRONOMÍA
Por: Camila Méndez Sastoque • Colombia.com

Reducir la Sal: Enfermedades que se pueden prevenir al no consumir altos niveles de sodio

Foto: Freepik

Bajarle a los niveles de sodio y sal a la alimentación ayudará a prevenir enfermedades cardiovasculares y renales.

El cuidado de la salud es de vital importancia para todas las personas, sin embargo, no todas le dan la misma importancia al reducir ciertos ingredientes a su dieta diaria, por ejemplo a la sal, pues del 13 al 19 de mayo se conmemora en el mundo la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal.
 
Este día tiene como fin alertar a las personas sobre los peligros del consumo excesivo de sodio y educar sobre los hábitos alimenticios saludables que pueden ayudar a reducir su ingesta.
 
Sabemos que el exceso de este ingrediente puede afectar y generar algunas condiciones de salud como enfermedades renales crónicas y también la hipertensión, cuya lucha se conmemora también esta semana, el 17 de mayo. 
“Si bien es un elemento esencial para el funcionamiento del organismo, el consumo excesivo de la sal está directamente relacionado con el desarrollo de hipertensión arterial, una condición que afecta a millones de personas alrededor del mundo y que se asocia a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio e insuficiencia cardíaca”, explica Ana María Guzmán, líder nacional de la cohorte Cardiovascular de Coosalud EPS.
Además de su impacto en la salud renal, también afecta la salud cardiovascular, por lo que sensibilizar sobre la regularización del consumo de la sal ayudará a que las personas, especialmente los jóvenes, tomen medidas con tiempo de anticipación y educar sobre los hábitos alimenticios saludables que pueden ayudar a reducir su ingesta
 
Según la Organización Panamericana de la Salud el exceso de sal en la dieta incrementa la presión arterial causando aproximadamente el 30% de la prevalencia de hipertensión, y también se le ha vinculado con el cáncer de estómago, empeoramiento de asma, osteoporosis, cálculos renales, insuficiencia renal, y con la obesidad, ya que los alimentos salados causan sed, la que se quita consumiendo bebidas con un alto contenido de azúcar.
 
La Organización Mundial de la Salud estima que la ingesta media de sal en la población adulta de 25 años y más es de 8,5 gramos por día, lo que excede el requerimiento fisiológico. Se estima que el 20.7% y el 56.4% de la población adulta de 30 a 79 años que habita en los países que hacen parte de la OPS, tiene hipertensión. 
 
Es urgente entonces trabajar en las líneas de acción de la Guía técnica para reducir el consumo de sal para disminuir el 30% en la ingesta media de sodio de la población, antes del 2025.
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