Santiago Giordana anotó para Millonarios cuando todos esperaban que Falcao lo hiciera

Todo era fiesta en el estadio Atanasio Girardot de la ciudad de Medellín, jugaba el poderoso de la montaña en la noche de un esperado jueves contra Millonarios, las graderías se encontraban abarrotadas de público que quería ser testigo del debut del tigre Falcao García en la primera división del fútbol profesional colombiano.

Previo al encuentro, los informes de los noticieros y los programas deportivos se centraban en la llegada y permanencia del goleador máximo de la selección colombiana en suelo paisa, y con alguna imagen captada casi a escondidas se podía ver al tigre de Santa Marta en el lobby del hotel.

Dicen que Falcao García salió de compras, quizás compró un carriel, unos bizcochitos para sus hijos y un detallito para su esposa argentina, pero, para los hinchas del fútbol, su presencia en las canchas colombianas es el mejor regalo.

Deportivo Independiente Medellín y Millonarios salieron al campo para cantar los himnos y el tigre no estaba allí, se instaló en el banco y lo que muchos especulaban podría producirse, Falcao no jugaría en el Atanasio.

Medellín se fue arriba y su hinchada estalló de alegría, pero cuando la paleta del árbitro asistente anunciaba que un tigre con la 9 sería desamarrado y al estilo del circo romano saltaría a la cancha, la locura se apoderó del estadio, azules y rojos se fundieron en un atronador aplauso para uno de los futbolistas más grandes de la historia del balompié nacional.

El partido seguía su trámite y Falcao por poco la emboca, todo el estadio pronunció un uyyyyyy, y en el fondo, cada hincha del DIM soñaba con que Falcao García les empatara el partido, no como señal de masoquismo ni como un insano sentimiento por el propio equipo, es simple y llanamente, amor por el fútbol, y el samario encarna ese concepto.

Falcao parecía negado para el arco y Santiago Giordana, el argentino que llegó en enero como cuota goleadora, pero que en un semestre apenas ha marcado unas cuantas veces, no estaba dispuesto a que un tigre de 38 años le quitara el puesto, entonces, cazando un rebote, le pegó más que con su pierna derecha, le pegó con el alma para emparejar las acciones y para decirle a todos que él no ruge como Falcao, pero sabe hacer goles.

Falcao estuvo en el Atanasio y fue como una aparición celestial porque puso a hacer goles al hombre que fue contratado para eso y no marcaba, ahora Giordana tiene presente que la disputa con Falcao García se gana con goles, y ambos sí que saben de eso.