Elecciones 2019: Miguel Uribe, el gran perdedor de las elecciones en Bogotá

El candidato por el movimiento Avancemos Miguel Uribe Turbay no cumplió con las expectativas que presagiaba toda la maquinaria política detrás su campaña. Con solo el 14% del total de votos, el ex secretario de gobierno quedó detrás del candidato por la Colombia Humana Hollman Morris, tal y como lo señalaba la más reciente encuesta realizada por Invamer.

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Aunque algunas encuestas sobre intención de voto señalaron un empate técnico entre Claudia López, Carlos Fernando Galán y Miguel Uribe, en los últimos sondeos empezó a ser evidente que a Uribe la intención de voto ya no le alcanzaría para disputar el segundo cargo más importante del país. Sin embargo, ningún sondeo alcanzó a preveer que también se vería derrotado por el candidato de Gustavo Petro, Hollman Morris.

Esta derrota, más allá de ser del movimiento “independiente” y de su candidato, es un golpe para el Uribismo en Bogotá. Tres meses atrás, cuando la carrera por la alcaldía apenas iniciaba, el partido Centro Democrático retiró su aval a la candidata Ángela Garzón para dárselo a Miguel Uribe tras considerar que este tenía más posibilidades en las urnas.

Por un lado, el joven político contó con la bendición del senador y ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien valiéndose de sus recursos y de su peso político, reiteró en varias oportunidad que su voto era para el joven Miguel Uribe. Tras el resultado de hoy, es evidente que no valieron las fotos, ni los vídeos, ni las reuniones para levantar la imagen de Miguel para los comicios.

El espaldarazo del Uribismo no era el único apoyo con el que contaba Miguel Uribe. Poco tiempo después de anunciar su candidatura por la Alcaldía de Bogotá, partidos como el Liberal y el Conservador, además del Mira y ASI dieron su bendición al joven candidato. Por tal razón, su postura de independiente se vio fuertemente afectada y se convirtió en el candidato de los partidos tradicionales.

Además, al ser un candidato con una posición fuerte frente al consumo de alucinógenos en espacio público y las políticas orientadas a la población LGBTI, el apoyo de las comunidades cristianas tampoco demoró en “darle la bendición” a Uribe, quien tras reuniones en varias iglesias de cristianas de Bogotá, alcanzó el apoyo de cerca de 1.000 pastores a menos de un mes de las elecciones.

Hoy, tras la victoria de Claudia López como la primera alcaldesa de Bogotá y la derrota de Miguel Uribe y su plan de gobierno tan “conservador”, los partidos tradicionales deberán replantearse su forma de hacer política y entender que quizá el electorado, que por mucho tiempo los mantuvo en el poder, ha cambiado. Los jóvenes de hoy, los nuevos electores, exigen nuevas prioridades para la administración de Bogotá.