Sebastian Montoya, hijo de Juan Pablo Montoya, fue sancionado y perdió su podio en Monza

Sebastián Montoya, el hijo del reconocido piloto colombiano Juan Pablo Montoya, vivió un fin de semana lleno de emociones en el icónico circuito de Monza durante la carrera de la categoría de Fórmula 3. 

El joven piloto protagonizó una emocionante remontada en la carrera en la que logró cruzar la meta en la segunda posición, dejando claro su talento y habilidad para competir en uno de los escenarios más desafiantes del automovilismo mundial.

Montoya demostró un ritmo impresionante desde el inicio, adelantando rivales y posicionándose como uno de los contendientes más fuertes de la jornada. Su destreza al volante y su capacidad para gestionar la presión en una pista tan rápida recordaron los mejores días de su padre, aseverando que existe la dinastía Montoya. 

Este resultado lo catapultaba a una posición privilegiada, llenando de orgullo a los seguidores suyos y a los de su padre, confirmando su estatus como uno de los jóvenes pilotos más prometedores de la Fórmula 3.

Sin embargo, la alegría fue efímera. Tras la carrera, la FIA anunció que Montoya había sido sancionado con una penalización de cinco segundos. Los comisarios determinaron que el joven piloto había forzado un incidente con el mexicano Santiago Ramos, lo que derivó en la penalización que terminó relegándolo a la undécima posición en la clasificación final. 

La sanción no solo afectó su posición en la carrera, sino que también supuso un golpe significativo para sus aspiraciones en el campeonato. Los puntos perdidos en Monza podrían ser cruciales en su lucha por el título, especialmente en un campeonato tan competitivo como la Fórmula 3, donde cada punto cuenta.

No obstante, el talento y la capacidad de Montoya para remontar posiciones y mantener un ritmo constante en una pista tan exigente son indicativos de su futuro prometedor en el automovilismo. Aunque la penalización en Monza fue un revés, su actuación en la pista no pasó desapercibida.

El joven y rebelde Sebastián Montoya sigue demostrando que lleva en la sangre el legado de su padre y que está dispuesto a luchar por cada punto en su camino hacia la cima del automovilismo mundial.