Andrés Orozco Estrada, un director de orquesta que siempre ha sabido llevar la batuta del talento y la sencillez

Andrés Orozco Estrada jugaba de portero y bajo los palos o desde el área grande podía ver toda la cancha, a sus jugadores y a quienes asistían a ver los encuentros de uno pelados con muchas ganas de convertirse en futbolistas tan grandes como Maradona, y en su caso, como René Higuita.

El tiempo pasó y este muchacho del barrio Manrique en Medellín se acostumbró a contar con público, solo que a diferencia de cuando evitaba los goles y podía divisar todo el gramado y las graderías, ahora los tiene a su espalda, porque este sencillo hombre nacido en 1977 y que despejaba balones al tiro de esquina, ahora no puede atajar la lluvia de aplausos que recibe después de cada actuación.

Orozco Estrada no llegó a ser arquero profesional, la música le ganó por goleada a su decisión de vida y hoy en día representa un orgullo para su familia, sus amigos, y por supuesto, para su país, al que ha representado con el mayor de los honores, mostrando al mundo que Colombia es una tierra de personas sencillas que pueden luchar por sus sueños y alcanzarlos.

Andrés Orozco Estrada es un vivo ejemplo para la juventud, no exclusivamente por su talento profesional, sino por su humildad, es un hombre fresco y tranquilo, que viste jeans y tenis y que solo se pone el frac para sus actuaciones al frente de las más prestigiosas orquestas sifónicas del mundo, ha estado rodeado de la más alta exclusividad y sofisticación que cualquier humano pudiese conocer, y sin embargo, no le para bolas a la pompa ni al protocolo, es un hombre descomplicado, de esos de lavar y planchar.

Estudió en el Instituto Musical Diego Echavarría Misas y se convirtió en un virtuoso del violín, luego fue a la Universidad Javeriana de Bogotá, pero a mitad de carrera, decidió sin pensarlo dos veces ir a Austria a estudiar lo que soñaba, dirección musical.

En Europa hizo grandes sacrificios, se alimentaba solo con atún y vivía con unos compañeros en un pequeño apartamento, pero con esmero y mucho aguante y dedicación, logró su objetivo y se convirtió en un director de orquesta; el paso siguiente fue darse a conocer.

Con paciencia espero una oportunidad y en el año 2004 dirigió la Orquesta de Tunkünstler en Austria, y le fue tan bien que fue llamado el Milagro de Viena. Andrés Orozco ha trabajado duro para hacerse un nombre dentro de la música culta mundial, ha dirigido la Orquesta de Euskadi en el País Vasco en España, la Orquesta Sinfónica de Viena en Austria, la de Frankfurt en Alemania y la de Houston en los Estados Unidos.

Andrés Orozco Estrada eligió bien y prefirió atrapar una batuta que un balón, hoy es un músico consagrado que tiene muchos logros por obtener y reconocimientos por recibir, es un colombiano que nos hace sentir orgullosos de ser colombianos sencillos y echados para adelante.