Latinos indocumentados padecen graves condiciones de seguridad en sus trabajos

Graves accidentes con extremidades comprometidas han sido la constante en una empresa de sacrificio avícola en el que se emplean casi exclusivamente latinos en Virginia Occidental.

El afán de los latinos que logran cruzar la frontera entre México y los Estados Unidos los obliga a emplearse en cualquier trabajo sin importar las consecuencias que este acarree porque deben pronto comenzar a ganar dólares para mantener a sus familias, muchas de estas se encuentran en los países que abandonaron y dependen de las remesas, y otras los lograron acompañar en una travesía dura y salvaje.

La necesidad de los migrantes ha sido aprovechada por muchos empleadores, esa es una realidad que muchos conocen, pero pocos reconocen como una jugada inmoral que permite a empleadores ahorrar dinero y ganar mucho más con el trabajo de personas provenientes de Latinoamérica, que, en la mayoría de los casos, apenas conocen un par de palabras en inglés.

Una reconocida empresa avícola del condado Hardy en Virginia Occidental, de hecho, la única planta industrial del lugar, ha sido puesta en los comentarios alrededor de las difíciles condiciones que deben padecer los inmigrantes indocumentados porque en su interior, muchos recién llegados e indocumentados, tuvieron que experimentar el horror que no habían conocido.

Huyendo de la pobreza y de la violencia en sus países, miles de latinos se atreven desde hace décadas a cruzar la frontera de los Estados Unidos con el ánimo de alcanzar un sueño americano cada vez más opaco, pero que paga en dólares, solo que esta muchas veces puede estar teñida de sangre.

En medio de máquinas, bandas transportadoras y cuchillos y ganchos gigantes jamás imaginados, cientos de indocumentados latinoamericanos trabajaron en una planta de sacrificio de aves en Virginia Occidental, pero su paso por ella resultó trágico para muchos.

Varias personas perdieron sus extremidades y recibieron heridas graves con hospitalizaciones debido a que su trabajo en la planta no contaba con claras explicaciones sobre la seguridad en el mismo y el manejo y cuidado con las máquinas automatizadas que allí operan.

Las personas que se atrevieron a denunciar, las que fueron apareciendo una vez alguien osó ser el primero, aseguraron que los empleadores se aprovecharon de su condición de indocumentados y de no hablar el idioma para exponerlos día a día en la planta, teniendo consecuencias graves en muchos al tener que ser amputados.

De acuerdo con datos de la Administración de Salud y Seguridad de los Estados Unidos (OSHA) la planta avícola en mención, resultó ser el peor lugar para trabajar en el estado de West Virginia debido a que entre 2015 y 2023 se presentaron graves accidentes que terminaron en heridas graves y amputaciones de extremidades.

Pilgrim, la empresa avícola, ha sido multada en varias ocasiones, pero ha negado que sus condiciones sean inseguras, mientras que organizaciones como la propia comisión del Condado de Hardy, asegura que la empresa se aprovecha de los migrantes y de su escaso manejo del idioma inglés.