El latino que sin saber inglés llegó a los Estados Unidos para convertirse en astronauta

Las historias de superación de los latinos en los Estados Unidos son fascinantes, pero no están exentas de sacrificios y de una lucha constante por vencer prejuicios existentes contra los grupos étnicos, de ello puede dar fe Franklin Chang Díaz, un latino cuyos sueños lo llevaron a volar alto, muy alto.

Franklin Chang Díaz es un costarricense que nunca ha dejado de soñar y en su cabeza estaba el de convertirse en astronauta de la NASA, esos seres inalcanzables para la mayoría, pero que el tenaz hombre tenía entre sus propósitos y para lograrlo supo ponerse a prueba.

Nacido en Costa Rica e hijo de padre chino y madre centroamericana, Chang Díaz se apasionó por la física, pero lo que más lo hacía soñar despierto era convertirse en astronauta, un anhelo que generaba burlas en sus conocidos porque ningún latino había logrado convertirse en explorador del espacio exterior.

El valiente joven no prestó atención a lo que la gente decía y trabajó duro para formarse como físico, pero para ello tuvo que viajar a los Estados Unidos, en donde también se hizo ingeniero mecánico y nuclear en el prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets).

Sin hablar inglés llegó a los Estados Unidos, pero era tanto su deseo de triunfar que lo aprendió rápidamente mientras estudiaba, y luego se atrevió a dar el gran paso, buscar su sueño de convertirse en astronauta y para ello golpeó las puertas de la NASA.

Con el rótulo de latino en la frente, Chang Díaz supo enorgullecerse por ello y lograr convertirse en astronauta en 1981 gracias a sus adelantados conocimiento en física e ingeniería mecánica, además de su doctorado en ingeniería nuclear, pero especialmente, en su perseverancia, constancia y disciplina.

Como astronauta, Franklin Chang Díaz llegó a ser uno de los hombres con más misiones en la agencia con más de 1.600 horas en el espacio, entre ellas, 19 horas en caminatas espaciales, pero sus mayores logros como líder del equipo de astronautas fue el de conectar a la comunidad científica con las misiones.

El costarricense, ya con 74 años, hace parte del salón de la fama de la NASA y fue profesor de física en el Centro de Entrenamiento Espacial de la NASA, colaborador en rehabilitación de consumidores de droga y en su país, fundó una compañía que suministra y desarrolla propulsores y diversos elementos para naves espaciales.

Franklin Chang Díaz es un ejemplo claro de que los sueños se pueden alcanzar, incluso si están muchos kilómetros arriba de nuestras cabezas.