¿Qué es la prueba del grito que se utiliza para aceptar peticiones de asilo?
La prueba del grito se utiliza por parte de agentes de migración para aceptar inicialmente peticiones de asilo y saber si existe temor creíble en los indocumentados a ser deportados.
La inmigración ilegal en los Estados Unidos alcanza cifras sin precedentes y la zona fronteriza es el epicentro de esta porque allí llegan los migrantes desde México para cruzar hacia el norte con la idea que poder solicitar protección y asilo.
Durante la administración de Joe Biden han ingresado millones de inmigrantes que han logrado llegar hasta ciudades santuario y se han establecido en territorios que no aparecían como los más tradicionales para los indocumentados.
El presidente Joe Biden prometió solucionar el estatus legal de los migrantes, pero ante la agudización de la crisis migratoria y con el inicio de la carrera hacia la Presidencia de la nación, el mandatario de 81 años ha endurecido los controles en la frontera.
Las autoridades migratorias de los Estados Unidos aseguraron meses atrás que quienes pretendan que les sea concedida la residencia por asilo deben sustentar que su pedido es real, al igual que los temores que expresan para no retornar a su país y permanecer en la gran patria norteamericana.
El endurecimiento de controles y requisitos para el asilo ha dado origen a lo que se conoce como ´la prueba del grito´, la manifestación de temor real en sus países de origen que los obliga a solicitar la protección y la permanencia en territorio estadounidense.
Fueron diversas organizaciones de defensa de los inmigrantes indocumentados quienes rotularon esta medida como ´prueba del grito´ porque prácticamente deben ´gritar´ sus temores a los agentes de migración cuando son detenidos.
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Con esta llamada ´prueba del grito´ se demuestra por parte de los inmigrantes que son detenidos cruzando la frontera y son procesados para expulsión, que su temor es creíble y que corresponde a la posibilidad de que su vida corra riesgo en su país de origen o sea objeto de tortura o persecución.
Con esta medida serán los migrantes quienes expresen su temor a ser deportados y que no sean los agentes de migración quienes se lo pregunten, pero ante la dificultad por comprobar cada caso, la consideración de los funcionarios determinará si creen o no en las razones expuestas por los detenidos.