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Por: David Ferrer • Colombia.com

Vuelve y juega: Otro ataque con rocas gigantes a vehículos, esta vez un bus de servicio público

Foto: Redes sociales

Un ataque con piedras a un bus de Coonatra cerca de la Universidad de Antioquia reavivó la preocupación por la seguridad en la ciudad. Aunque no hubo heridos, el incidente resalta la necesidad de intervenciones más efectivas en la zona, según la administración municipal.

El pasado 26 de octubre, se reportó un nuevo ataque a un vehículo en Medellín, específicamente un bus que circulaba por la avenida Regional, cerca de la Universidad de Antioquia. El conductor, perteneciente a la empresa Circular Coonatra, relató en un audio que fue difundido entre sus compañeros de trabajo que, mientras pasaba por un área verde donde suelen estar personas en situación de calle, un individuo lanzó una piedra que impactó el panorámico del vehículo. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el incidente generó pánico entre los pasajeros.

Este ataque se suma a una serie de hechos similares que han ocurrido en la misma zona, donde motociclistas y conductores de vehículos particulares también han sido blanco de agresiones. Las autoridades locales habían señalado previamente su intención de reforzar la seguridad en estas áreas, ante la creciente preocupación por la seguridad vial en la ciudad.

Un elemento que ha añadido complejidad a esta situación es un video que circula en redes sociales, en el que un hombre, supuestamente un habitante de la calle y con un acento que no parece ser de la región, afirma que está recibiendo pagos para realizar estos ataques.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha manifestado su compromiso de abordar este problema mediante diferentes operativos de seguridad en 18 sectores críticos de la ciudad. En un comunicado oficial, la administración municipal indicó que en estas acciones se han registrado más de 700 personas, y 40 de ellas han sido dirigidas hacia programas de atención e inclusión social, con el objetivo de ofrecer alternativas a quienes viven en la calle.

Además de registrar personas en situación de vulnerabilidad, los operativos han permitido la confiscación de armas blancas y sustancias ilícitas, así como el desmantelamiento de 106 asentamientos improvisados y la recolección de siete toneladas de basura, lo que busca mejorar las condiciones sanitarias de las áreas afectadas.

El alcalde también se comprometió a continuar apoyando a aquellos que deseen dejar atrás la vida en la calle y el consumo de sustancias psicoactivas, subrayando la gravedad de la situación tanto en Medellín como en otras ciudades del país.

Finalmente, las autoridades han enfatizado la importancia de un enfoque integral que combine seguridad y programas de inclusión social para prevenir futuros altercados en la capital antioqueña. Sin embargo, estas medidas han suscitado protestas entre vendedores ambulantes que se han visto impactados por el incremento en los controles y la recuperación del espacio público.

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