Vuelo de Avianca tuvo que aterrizar de emergencia luego de que la ventanilla del piloto se rompiera

El pasado domingo 7 de julio 232 pasajeros de un vuelo de la aerolínea Avianca que cubría la ruta Madrid-Medellín, vivieron intensos momentos de temor luego de que el piloto diera a conocer un daño en una de las ventanas de la cabina de mando.

Y es que el suceso ocurrió luego de algunos minutos de despegar del aeropuerto internacional Adolfo Suárez, en Madrid, España. Fue a través de redes sociales que los mismos pasajeros informaron lo sucedido, hasta el momento no se conoce en profundidad que fue lo que sucedió con la ventanilla. 

Este incidente redujo la visibilidad del piloto y obligó al avión a regresar al aeropuerto de Madrid para garantizar la seguridad de los pasajeros, durante los 20 minutos de pánico que vivieron los pasajeros tuvieron que adoptar posición fetal e intentar mantener la calma. 

Tras la ruptura, la tripulación del avión Boeing 787-8 procedió a liberar combustible en el aire para reducir el peso del avión y facilitar el aterrizaje. Según un comunicado oficial de Avianca, el vuelo aterrizó sin contratiempos y todos los 232 pasajeros resultaron ilesos.

Sin embargo, a pesar de lo dicho por la aerolínea, varios pasajeros de ese vuelo, incluidos muchos colombianos que intentaban regresar al país, criticaron a la aerolínea por no manejar bien la emergencia tras el aterrizaje, ya que pasaron varias horas en el aeropuerto sin alimentación.

Es importante mencionar que los aviones son uno de los medios de transporte más seguros, y las emergencias de despresurización son extremadamente inusuales, y solo el 2.7% de todos los incidentes de fallas de presurización son causados por una ventana.

Usualmente, esto sucede por múltiples factores, como un pájaro volando, una ventana defectuosa o incluso la explosión de un motor como en el tercer piso, el peligro cuando se rompe una ventana a gran altitud en el avión, es que la presión del aire de la cabina es mayor que la presión del aire fuera del avión para permitir que los pasajeros respiren cómodamente.

Una ventana rota haría que el aire del interior saliera rápidamente, lo que haría que pequeños objetos como teléfonos y revistas (e incluso los más grandes, como las personas) fueran arrastrados. Además, es posible experimentar temperaturas más bajas y una presión de aire más baja y neblina o neblina debido a la condensación dentro del avión.