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Por: Christopher Ramírez • Colombia.com

Denuncian toma paramilitar en el municipio de Bojayá

Así quedó la iglesia de Bojayá tras el cilindro bomba de las FARC, en 2002. Foto: Twitter

Al menos 300 hombres habrían realizado un cerco armado en cuatro comunidades desde el pasado 30 de diciembre.

Las celebraciones del final del 2019 e inicios de este 2020, en Colombia, se han visto contaminadas por noticias de violencia en el país. De acuerdo con la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, varias comunidades del municipio de Bojayá han experimentado un difícil inicio de año debido a la presencia de las Autodenfesas Gaitanistas de Colombia (AGC), grupo paramilitar que se tomó la zona.

"Hace una hora paramilitares de las AGC se toman la comunidad de Pogue, municipio de Bojayá", escirbió la comisión el pasado 31 de diciembre en su cuenta de Twitter.

La operación ofensiva psicológica se realiza entre Necoclí, Turbo, Apartadó, Chigorodó, Mutatá, Dabeiba, Belén de Bajirá, Carmen del Darién, Riosucio, Frontino, Urra, Bojayá.

— Comisión de Justicia y Paz (@Justiciaypazcol) December 30, 2019

De acuerdo con los pobladores que han podido escapar del cerco realizado por los paramilitares, son cerca de 300 miembros de las AGC los que se tomaron los territorios de comunidades como Curbaradó, Jiguamiandó, Pedeguita y Mancilla y La Larga Tumaradó.

Según relatos recogidos por la Comisión Intereclesial,  los paramilitares "entregaron reses a diversas comunidades y regalos a niños", como forma de silenciar a los pobladores de dichas comunidades.

Sin embargo, ante las denuncias que ha generado este sometimiento psicológico, los paramilitares ordenaron el cese de información a terceros con la amenaza de acabar con la vida de los líderes sociales que aún permanecen bajo su control.

"Líderes silenciosamente abandonan los territorios ante el sometimiento que realizan las AGC a través de los llamados "Puntos" , vestidos de civil y armas cortas. Operaciones respaldadas en el entorno por hombres de camuflado y armas largas", detalló la Comisión.

Niños y niñas, mujeres sometidas a la presión, a la seducción del poder armado. Líderes sometidos a la amenaza de ser asesinados o verse obligados a desplazarse.

— Comisión de Justicia y Paz (@Justiciaypazcol) December 30, 2019

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Asimismo, la representante a la Cámara por Bogotá, María José Pizarro, hija del fallecido exlíder del M-19, Carlos Pizarro Leongómez, hizo un llamado de atención al presidente Iván Duque por esta situación. Pizarro aseguró que desde hace meses se vienen reportando este tipo de situaciones, aunque en una escala menor, y que ella ha sido una de las personas que más las ha denunciado.

"Llevo meses diciendo que puede repetirse una tragedia en Bojaya. ¡Lo dije hace un mes en nuestra visita al municipio y nada! ¿Iván Duque no pudo usted hacer nada para protegerles?", señaló la representante de la lista Decentes.

Llevo meses diciendo que puede repetirse una tragedia en #Bojaya. Lo dije la misma semana que se aprobó en @CamaraColombia el proyecto de ley de homenaje a Bojayá.

Lo dije hace un 1 en nuestra visita al municipio y nada! @IvanDuque no pudo usted hacer nada para protegerles?

— María José Pizarro Rodríguez (@PizarroMariaJo) January 2, 2020

Por su parte, el Ejército Nacional, por medio de su Séptima División, anunció que ya se han desplegado unidades en los territorios afectados con el fin de verificar las denuncias realizadas por los pobladores que lograron huir de la zona.

Ante las informaciones entregadas por la población civil, sobre la posible presencia de grupos armados organizados en el corregimiento de Pogue municipio de Bojayá, Chocó. El comando de @Ejercito_Div7 ordeno reforzar la seguridad en la zona y se desplazará al sitio de los hechos. pic.twitter.com/MF0AiGaNlf

— Ejército Div7 (@Ejercito_Div7) January 2, 2020

Cabe recordar que el pasado 18 de noviembre, durante el sepelio que realizaron los sobrevivientes de Bojayá al casi centenar de personas que perdieron la vida tras un cilindro bomba arrojado por las FARC el 2 de mayo de 2002, el padre Sterling Londoño, de la diócesis de Quibdó pidió mayor atención de las autoridades ante lo que puede ser la repetición de una tragedia en este municipio.

"Las víctimas de Bojayá representan la mayor negación a la que ha sido sometido el pueblo afro, indígena y mestizo, ante lo cual debemos insistir en la visibilización", explicó Londoño.

2.05.2002: Han pasado 17 años desde que la violencia instaló el nombre de #Bojayá -con vergüenza- en el alma de Colombia. Ayer un "Nuestros muertos descansan en paz" retumbó el corazón africano de 600 familias que recuperaron los cuerpos de sus niñ@s, mujeres, hombres asesinados. pic.twitter.com/Im4YGEAyhG

— CODHES (@CODHESColombia) November 18, 2019

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