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Por: Alejandro Poveda • Colombia.com

Opinión: Sobornos, abusos de autoridad y asesinatos, los pecados de la policía Nacional

Imagen de referencia. Foto: Twitter @TransitoBta

La lista de delitos cometidos por agentes de la policía se queda corta, y la de impunidad también.

Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las del autor y no necesariamente reflejan la opinión ni posición de Colombia.com

La reciente muerte de Javier Ordoñez, un abogado de 44 años, después de un procedimiento policial es quizá el caso más grave que se ha presentado en tiempos recientes, sin embargo, no es un caso aislado ni nada que se le parezca. Son múltiples las denuncias que se presentan diariamente por abusos de autoridad. Algunos policías, por no decir que todos y rescatar uno que otro, suelen aprovechar su uniforme y su cargo para cometer todo tipo de atropellos contra la ciudadanía, en la totalidad impunidad.

Atentos: estos hechos ocurrieron anoche en el occidente de Bogotá. El hombre sometido por dos policías, incluso con uso de pistola eléctrica, murió horas después en una clínica. La policía afirma que respondió a agresiones de estas personas. Grave denuncia de abuso policial. pic.twitter.com/HEOvApslDp

— Ricardo Ospina (@ricarospina) September 9, 2020

Pero ojo, no todo abuso es físico, y lo que diré no es una verdad desconocida para nadie. La Policía de Tránsito, desde hace ya varios años, hace uso de su cargo para aprovecharse de los conductores que, para evitar una multa o una inmovilización, deben someterse al pago de dineros (sobornos) para evitar un daño mayor. Algunos podrán pensar que la culpa de este delito es tanto del que ofrece como el que recibe, pero no, porque en este caso cualquier excusa vale para imponer una multa o orillar al soborno. Llantas lisas, una luz que no prende, un mal giro, cualquier ‘papayazo’ sirve.

Lo de los golpes e insultos tampoco es un fenómeno nuevo. En mayo de este año los colombianos también se indignaron por el caso de un vendedor ambulante de la tercera edad que fue atropellado en sus derechos por dos uniformados a las afueras de una estación de Transmilenio en Bogotá. Más recientemente, el 18 de agosto, otros dos adultos mayores se vieron inmiscuidos en una agresión con algunos agentes de policía, en la que los electrochoques con taser tampoco pudieron faltar.

No hace falta sino revisar las redes sociales para evidenciar los casos de maltrato en los que uniformados de la policía nacional son a su vez juez y verdugo. Y ni hablar del tonito retador que suelen tomar contra los ciudadanos, provocándolos con palabras y actos para tener cualquier excusa que sirva para llevarlos al CAI y allí cometer todo tipo de agresiones sin testigos que denuncien. ¿Suena macabro? ¿Cuántos casos de agresiones dentro de estos lugares no se han denunciado, peor aún, cuántas muertes ‘inexplicables’ no se han presentado en escenarios similares?

Esta es la indigante situación en la que la policía de Bogotá agredió a un vendedor ambulante, adulto mayor, en medio de la cuarentena. La alcaldesa Claudia López rechazó la situación, la calificó como un "abuso de autoridad" y anunció sanciones para los uniformados. pic.twitter.com/hrqW1E4F5A

— Alejandro Romero (@Netman76) May 21, 2020

Ahora la indignación nos lleva a atacar a la policía, pero ya mañana pasará la furia, el caso pasará por el conducto regular de la tramitología, las amenazas contra los denunciantes empezarán a llegar y finalmente el caso pasará a llenar los largos estantes de abusos de agentes del Estado que atentan, impunes, contra los colombianos. Si no me creen, les pregunto ¿Qué paso con el agente del ESMAD que apagó la vida de Dylan Cruz?

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