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Por: Christopher Ramírez Hernández (@otrocacha • Colombia.com

[OPINIÓN] El Gobierno nos vendió un "pánico moral" en Bogotá

El Ejército ya camina por las calles de Bogotá. Foto: EFE

El vandalismo en Bogotá existe; el uso de este por parte del Gobierno colombiano, también.

Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las del autor y no necesariamente reflejan la opinión ni posición de Colombia.com

La teoría del “pánico moral” se refiere al momento en que “un episodio, una condición, una persona o grupo de personas han sido definidos como una amenaza para los valores e intereses de una comunidad”.

#TeoríaDelPánico. ¿Será que esto esta pasando en Bogotá? pic.twitter.com/K7gWIAFhW6

— U L D A R I C O (@UldaricoChilito) November 23, 2019

¿Enredado? Voy a explicarla paso a paso con un ejemplo fehaciente y real: la noche del 22 de noviembre en Bogotá.

1. Se aplica la acción democrática

El 21 de noviembre el país se paralizó. El Paro Nacional (amenaza) atrajo cientos de miles de personas a las calles de Colombia para luchar contra las reformas laborales y pensionales del presidente Iván Duque, así como contra las políticas educativas y de salud implementadas por su gobierno. Igualmente, la defensa por los líderes sociales e indígenas hizo parte de este clamor.

Ahora bien, decir que el vandalismo, en el caso de Bogotá, no llegó junto con los miles de personas que salieron a manifestarse, sería querer tapar el sol con un dedo; después de todo, las 26 estaciones de TransMilenio destruidas son solo una muestra de ello.

-Troncal Carrera 10:
Ciudad Jardín
Policarpa
San Bernardo
San Victorino
Las Nieves
San Diego

La flota zonal del #SITP opera en toda la ciudad, de manera gradual va incorporando flota. Se hace seguimiento de condiciones operativas. #TransMiCable opera con normalidad.

— TransMilenio (@TransMilenio) November 23, 2019

Sin embargo, negar también que el vandalismo beneficia al Gobierno Nacional en su afán por cohibir la libre protesta de los ciudadanos, sería hacernos los locos frente a un secreto que se escucha a gritos en la ciudad. Y eso es lo que explica el segundo punto.

2. El Estado genera el pánico

Las calles oscuras en Bogotá eran el escenario perfecto para que los delincuentes quisieran ingresar a los hogares de los ciudadanos y saquear lo “que con esfuerzo y dedicación” han obtenido. Así lo expresaban las “confiables” cadenas de WhatsApp.

Anoche, en menos de una hora, todos nuestros contactos tenían familiares, amigos, padrinos, amantes y conocidos en las instituciones de seguridad de la ciudad. “Mi tío de (ponga el nombre que quiera: Inpec, Policía, Sijin, Gaula, Fiscalía, etc.) me dijo que los “venecos” se están armando y están esperando que sean las dos de la mañana para entrar a los conjuntos residenciales y robarse absolutamente todo. ¡Atentos todos!”, es uno de los mensajes que simplemente parafraseo.

EN DESARROLLO Siguen los saqueos en Bogota saqueos en surtimax de la calle 187 con 7ma... Se han tratado de meter a varios conjuntos, Los Ciudadanos intentan defenderse con palos mientras llega la Policia pic.twitter.com/PINb19wRiE

— Sol Rojas (@sol651) November 23, 2019

El objetivo inicial se logró: se había puesto la semilla del miedo, ahora solo debía regarse un poco más.

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Los habitantes de los conjuntos empezaron a buscar sus palos, varillas, cuchillos y sartenes para proteger a sus familias. Todo servía, incluso, las armas de fuego que sorpresivamente empezaron a salir del anonimato. “Los vecinos están como bien “engallados”, pensarían algunos.

Pero hacían falta algunos pequeños ‘falsos positivos’ para que el miedo creciera. En algunos sitios los vándalos empezaron a llegar, increíblemente, en camiones de la Policía o en compañía de algunos uniformados. Raro, ¿no?

Desde Bogotá me envian para difundir.

En suba la misma comunidad saca el vehículo, donde el ejército pensaba dejar los supuestos ladrones para que ingresaran al conjunto residencial.

Se le esta cayendo el circo a Duque. pic.twitter.com/fv4eJXkPEj

— U L D A R I C O (@UldaricoChilito) November 23, 2019

Sin embargo, lo extraño no para allí. Justo cuando los delincuentes ingresaban a los conjuntos, dichos uniformados se desaparecían. Las alarmas no eran suficientes para que aparecieran, aún cuando se tenía conocimiento del caos colectivo que desde horas antes se había propagado por la ciudad. Lo mejor es que los vándalos metieran un poco más de miedo. Dejar que el terror hiciera lo suyo.

Cuántos vándalos identifico el halcón con esa tecnología de reconocimiento?

Pq el único vándalo identificado es EpaColombia y eso pq la estúpida se grabo@SenorCaicedo@MelukLeCuenta@PinoCalad@CalleLaJeta_@Matador000@CathyJuvinao@DanielSamperO@Ariasvillapic.twitter.com/Pf0Hm9d67v

— Anderson Useche (@AnderUseche) November 23, 2019

Finalmente, resultó. El desconcierto se apoderó de todos. “Dios mío, mi tía me dijo que llegaron al conjunto de al lado. Ya vienen para aquí. Cualquier malp***** que se mueva, le doy”. De esa forma la violencia se apoderó de todos. La psicosis reinó y los disparos empezaron a oírse. No sabían a quién le apuntaban, pero era un extraño, tenía cara de “ñero” y es mi enemigo. "Así lo indicaban mis autoridades y yo les creí".

3. Se crea una necesidad

De esta forma, la necesidad de la fuerza aparece. El orden (viciado por las autoridades) debe reestablecerse y las Fuerzas Armadas son la única salvación. “¿Dónde está el Ejército?”, “Denle plomo a esos desgraciados”.

#Video | El Ejército continúa en las calles de Bogotá, este es el panorama en la Autopista Norte con calle 142 #VocesySonidospic.twitter.com/vbw9joMMiG

— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) November 23, 2019

4. Entrada triunfal

Ya con todos entregados al pánico, es momento de actuar. Horas después de que se “registraran” los “cientos” de casos de saqueo, las autoridades aparecieron. Los helicópteros empezaron a sobrevolar la ciudad. El Ejército empezó a recorrer las calles y los Policías llegaron por montón.

Nuestra misión es retomar el control, garantizar la seguridad de la población y proteger sus bienes y recursos. #YoCuidoAQuienMeCuida
CC @infopresidencia@FuerzasMilCol@COL_EJERCITO@PoliciaColombia@PoliciaBogota@Bogotapic.twitter.com/wkI2ijNHe7

— Mindefensa (@mindefensa) November 23, 2019

5. El Estado salvador

“Por fin llegaron”, es el soplo de paz que sintieron muchos. No se capturó a nadie. Nadie robó nada y desaparecieron de un momento a otro; pero esos extraños detalles no importan. Ya no están y eso es lo relevante aquí. ‘El Salvador’ había llegado, y “si los vándalos se esfumaron es porque ellos están aquí. Su sola presencia fue NECESARIA para que todo vuelva la normalidad”.

Así funciona esto. En sencillos pasos el Estado y Gobierno transforman un inconformismo legal hacia ellos en un enemigo público que casi acaba con el “orden” de la sociedad establecida; mejoran su imagen y crean una necesidad permanente en el pueblo.

En Bogotá uno de los vándalos fue atrapado por la comunidad. Al verse reducido, confesó que le habían pagado 50 mil pesos por generar miedo en unidades residenciales.#23NParoNacional#teoriadelpanicohttps://t.co/aVxhldxIM3

— La Oreja Roja (@LaOrejaRoja) November 23, 2019

Las mentiras y el miedo son necesarios en una democracia, y los “saqueos” de ayer en Bogotá son muestra de ello.

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