Coronavirus: Cinco momentos "indignantes" que ha dejado la cuarentena en Colombia

La pandemia de la COVID-19 ha causado una crisis económica en Colombia, sin precedente alguno, al menos en los últimos años. La cuarentena nacional necesaria para contrarrestar la propagación del virus, ha sido un bien que ha hecho mucho mal en el país. Además de afectar laboral y por ende monetariamente a gran parte de la población, también ha tenido consecuencias negativas en la estructura política y social de Colombia.

Sin embargo, más allá de los daños colectivos que ha dejado el coronavirus, también ha ayudado a que florezca lo peor de varios seres humanos, que en medio del encierro han dejado varias escenas que varios podrían tildar como “vergonzosas” o, yendo un poco más allá, “indignantes”.

Ahora, como recordar es vivir, y el que no conoce su historia está condenado a repetirla, en Colombia.com te traemos cinco momentos de la pandemia en Colombia que han causado el rechazo en todo el territorio nacional.

Apertura de ataúd de enfermo con COVID-19

“El que tenga miedo que se vaya”, es la frase que más retumbó en los oídos de todos los colombianos que observaron con asombro como un grupo de personas en el municipio de Malambo, en el departamento de Atlántico, abrieron un ataúd para verificar si el cuerpo de la persona que estaban a punto de enterrar si era el del familiar, amigo y vecino que lloraban.

No obstante, los imprudentes que abrieron la bolsa, tocaron al difunto (que perdió la vida por causa del coronavirus) y volvieron a cerrar el cajón, creyeron haber cumplido con los protocolos de bioseguridad solo aplicándose un poco de alcohol después de protagonizar este show, en el que, como si no fuera suficiente, también habían niños.

Abuso de autoridad con ‘abuelito’

Ahora bien, las autoridades no se quedan atrás en cuanto a actos bochornosos se trata. El pasado 20 de mayo en Bogotá, un vendedor ambulante de la tercera edad fue sometido de forma desproporcionada por uniformados de la Policía Metropolitana de esa ciudad, acusando que el ‘abuelito’ estaba quebrantando la cuarentena que para entonces seguía siendo obligatoria para la mayoría de la población.

"El señor tiene la cara ensangrentada debido a las agresiones", gritaba el hombre que captó el violento momento en el centro de la capital.

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Violencia a médicos

En el pasado, en este medio se publicó una columna de opinión titulada “El coronavirus sepultó la dignidad médica en Colombia”; y es que no hay otra forma de describir la indolencia con que estos héroes de bata y guantes quirúrgicos han sido amenazados en varias ciudades del país.

En Bogotá, uno de ellos vio en su pared un mensaje que decía: “Doctor, si no se va, matamos a su esposa e hijos”. Otra, en Medellín, denunció una frase similar: “Ni la Policía los salva, sapos HP vayánse". Mientras que a principios de junio, en Barranquilla, un médico recibió dos coronas fúnebres que llegaron a la clínica en la que trabaja y al apartamento en el que vive.

Huevo a mariachis

Los grupos de música como tríos, vallenateros o mariachis han tenido que salir a las calles a mostrar su talento por alguna moneda, billete o porción de comida que las personas les quieran regalar.

Sin embargo, en Bucaramanga, una mujer a la que no le gustó el show de unos mariachis, no encontró otra forma de mostrar su inconformismo que lanzándoles un huevo desde su apartamento.

“Somos artistas de la ciudad de Bucaramanga, agradecemos a todos ustedes y a los que no también. Muchísimas gracias por el huevito que nos tiraron”, fue la respuesta de los músicos, aunque la reacción de los vecinos no fue tan noble.

Covid Friday

Para terminar, está el ‘Covid Friday’, nombre que le dio una publicación extranjera a los desórdenes que se evidenciaron durante el día sin IVA en Colombia. El pasado 19 de junio, cientos de personas se abarrotaron en los principales almacenes de cadena del país, para comprar electrodomésticos, ropa, juguetes, medios de transporte y otra clase de productos que ese día tendrían un 19 % de descuento perteneciente al IVA.

Largas filas, personas unas sobre otras y escaso respeto al protocolo de bioseguridad fueron las escenas que protagonizaron los compradores, en plena pandemia de COVID-19 y con la economía por los suelos.