Tanzania decidió no vacunarse contra la COVID-19 y pone en riesgo al mundo

El gobierno de Tanzania considera que tres de oraciones fueron suficientes para mantener a la población libre de coronavirus y decidió no hacer caso a la Organización Mundial de la Salud frente a la necesidad de adoptar un plan de vacunación.

El presidente John Magufuli ha mantenido al país en total actividad, las escuelas siguen abiertas, los eventos deportivos se realizan sin detenimiento y las celebraciones religiosas se celebran sin restricciones, además decidió suspender la publicación de cifras de contagios y fallecimientos por la COVID-19.

Las campañas de prevención y de incentivación para que la población adopte los protocolos contra el virus se han cancelado convirtiendo a este país es la única nación en el mundo que se niega a protegerse de la COVID-19, y la razón que argumentan es que la gente debe dejar el miedo al virus y creer en Dios y en los remedios tradicionales africanos, por eso el gobierno aún no tiene en mente realizar un plan de vacunación para sus habitantes.

El gobierno de Tanzania no ha aprobado ninguna vacuna contra la COVID-19, por lo tanto, no existe autorización para su aplicación y ninguna persona puede hasta el momento acceder a ella.

Existen algunos miembros del sector privado dispuestos a importarla si el gobierno no lo hace, pero esto supone que no todos los habitantes puedan adquirirla, lo que pone en riesgo a la población y en general a todos los países, debido a que la recomendación científica para acabar con la pandemia es que todas las naciones realicen planes masivos de vacunación contra la COVID-19.

La élite sería la única parte de la población que podría acceder a la vacuna de manera privada o viajar hasta otro país a realizar el proceso de inoculación, también las zonas fronterizas con países con planes de vacunación podrían acceder a la vacuna, pero mientras el gobierno se niegue a involucrarse en una vacunación masiva, la mayoría de la población se mantendría sin posibilidad real de recibir el biológico.

La herramienta COVAX podría ser la única opción de que Tanzania cuente con vacuna, pero este proceso puede tardar un par de años, además el gobierno no ha decidido si las solicitará.

Los países más pobres de África son la preocupación de lo expertos debido a su escasez de recursos y el mecanismo COVAX no pude garantizar que las vacunas llegarán a cada habitante de dicho continente.