La carne de llama o “carne de pobres” es ahora muy valorada en el mundo
La carne de llama o “carne de pobres” es ahora muy valorada en el mundo debido a que contiene menos grasa que la de res y la de pollo y porque contiene una mayor concentración de proteína.
La llama es un animal propio de los Andes de Suramérica, su población se encuentra distribuida en Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Bolivia, siendo en este último país en donde mayores ejemplares se encuentran y en donde en los últimos años su cría se ha extendido considerablemente.
Tradicionalmente Bolivia ha contado con estos animales en sus grupos indígenas, una herencia de los pueblos antiguos que poblaron esta zona y que encontraron en la llama a un animal con múltiples beneficios para sus comunidades, esta especie es contraria al guanaco, que se mantiene en estado salvaje, mientras que las llaman son domésticas desde antes de la llegada de los españoles al continente.
En Bolivia aún es común ver a un indígena o campesino acompañado de una llama, tan normal como ver en otros lugares del continente a una persona junto a un ejemplar equino o vacuno, en el altiplano las llamas son parte importante del paisaje, pero dejaron de ser solo una figura de su cultura para convertirse en una importante fuente de alimento.
Carne de llama: más sana que la vacuna y más codiciada, pero su producción peligra en Bolivia: https://t.co/yFsncpGoQw a través de @SputnikMundo
— Jose Gimenez (@jogim967) January 29, 2021
El consumo de carne de llama no es algo nuevo en Bolivia, es una costumbre heredada de los antepasados, pero estigmatizada por parte de la población clasista, minoritaria y dueña de los renglones de la producción en el país del altiplano que la han denominado como la “carne de los pobres”.
El desprecio hacia la carne de llama es inversamente proporcional ha su gran contenido alimenticio, estudios científicos han determinado que la carne de este animal es mucho más saludable que la del cerdo, res y pollo, contiene mayor cantidad de proteína y es ideal para personas con problemas de colesterol que no pueden consumir carnes grasosas como la de res.
Los campesinos bolivianos tienen la costumbre de cortar los filetes de llama y dejarlos al sol, esta carne seca es llamada Charque y de esta manera el nivel de proteínas aumenta en más del 50% y se puede consumir casi que sin grasa.
Las bondades de la carne de llama producida en Bolivia, ha traspasado las fronteras, y países como China, Rusia y Alemania son sus principales compradores, ha aumentado tanto la demanda, que, en épocas de fuertes inviernos, los productores de carne de llama han experimentado problemas para abastecer los pedidos.
En Bolivia existen alrededor de 3 millones de llamas y otros países como Chile y Argentina están comenzando a exportarla replicando el exitoso caso boliviano, razones que hacen de la carne de llama, la vianda del futuro.